Tras mi propio rastro- Hechizos

lunes, 17 de enero de 2011

Historia parcial de mi vida I

Yo estaba ebria; había ido a una fiesta que resultó ser en tres cuartos y el estacionamiento de un hotel barato (y ahora me pregunto qué demonios hacía en esos lugares). El escenario era horrendo: unas cuantas unidades esparcidas en un terreno arenoso lleno de chatarra y mal iluminado, como cabrá esperar. Llegamos temprano, pero no pasó mucho hasta que la gente comenzó a presentarse y en los cuartos se formó una densa nube apestosa, producto del humo de quién sabe qué sustancias. Aburridos, nos pusimos a jugar en la parte de atrás de uno de los cuartos, estaba obscuro y el juego era un pretexto ridículo para meter la lengua en la boca de los demás... Tú llegaste dando gritos -te escuché antes de verte- y cuando nos viste no hiciste más que maldecirnos. Nerviosa, me disculpé; no me escuchaste, fui tras de ti; te subiste al carro y te fuiste. Recuerdo lo tersa que era tu piel, me pregunto si aun lo es, recuerdo tus pequeños dientes y tus pequeños labios que junto a aquellas redondeadas mejillas formaban una entrañable sonrisa, y me pregunto ahora si realmente eras tan hermosa, sensual y especial como te recuerdo. Han pasado años y ésa fue la última vez que te vi.

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