Tras mi propio rastro- Hechizos

jueves, 24 de octubre de 2013

Tres días sin sol

Sentía cosquillas en los labios pero no ganas de hablar, ni ganas de escribir. Cada que alguien me hacía una pregunta el instinto me dictaba huir hacia el interior del horno prendido, de las páginas de un libro cerrado o llanamente mentir. 
Miento porque no tengo alternativa, la verdad es un ente difuso e inaccesible. Inexistente. 

La verdad ahora es crema dulce de coco y los pies calientes debajo de un perro enfundado en un suéter azul de lana y risa espontánea de estúpida, un poco de culpa, un poco de acidez estomacal, todo es culpa del topiramato, planes para el domingo, cosquillas en los labios, -a nadie le importa esto-, la verdad ya no me importa porque hace frío pero yo tengo los pies calientes debajo de Reiko y hoy el sol salió a las seis de la tarde para recodarnos que existe y despedirse de nuevo.