Tras mi propio rastro- Hechizos

lunes, 29 de marzo de 2010

Náusea nocturna

Ninguna figura cruza el plano; blanco, blanco. Sola, vacía, la pared espera. Veo mis manos iluminadas por la pantalla en las tinieblas, se ven obscuras y llenas de pequeños triángulos que las surcan. El ruido afuera es inmenso e insoportable. Dentro las sombras crecen y llenan el cuadro pero no hay sueño.

viernes, 26 de marzo de 2010

"y las horas pasan y yo no me duermo"

Las manecillas andan en círculos y dejan tras de sí horas-números sobre los que en el tiempo exacto han de volver a posarse. Los mismos números usurpando distintos días; ¿o los mismos?.
El sol está oculto ahora a mis ventanas, pero próximo a aparecer; la luna lanza velos de locura y de misterio.

Confundida

No sé qué más querrá de mí. Me llena la cabeza de vestidos, zapatos, anillos, precios, imágenes... Nada memorable. Me duele el cuello y la garganta. Tengo hambre y calor. Estoy harta de no tener una lámpara de buró.

martes, 23 de marzo de 2010

Condenada a esperar

Soñé que nevaba dentro de Sanborns. Había una fiesta, íbamos vestidos de gala, hacía frío. Por los pasillos nevados encontraba jaulas de animales domésticos, como en un videojuego tenía que liberarlos. Yo era la agitadora condenada a muerte al siguiente día. No quería que me mataran, tenía miedo, estaba renuente a llegar a la cita; arrepentida de aceptar condena antes que juicio, odiaba mi pereza, lamentaba la imperial indiferencia con que había conducido mi vida.
Llegamos al destino, yo esperaba hablar con alguien y aclarar el malentendido. En la sala de espera el tiempo corrió, pasó la hora de mi cita, nadie llamó mi nombre para ser ejecutada. Sentí alivio, angustia y la urgencia de salir de ahí antes de que me llamaran. Bendita burocracia ineficiente!

lunes, 22 de marzo de 2010

No es insomnio lo que tengo; es un terrible sueño mal acostumbrado a no dormir hasta tarde (reloj invertido, pues), sueño que se siente cómodo consumiéndose por la mañana, sueño imposible plagado de pesadillas, gente nueva y loca, supermercados-laberinto, libros encerrados en plástico, zapatos brillantes, culpa, sueños parafílicos, caricaturas de mi vida... He meditado al respecto. La noche quiere que me diga algo, quiere culparme, me tortura y me hace compañía.