Tras mi propio rastro- Hechizos

martes, 30 de noviembre de 2010

Historia oficial de mi vida





No es que quiera ser ésta, pero tal vez lo quise alguna vez. La explicación de "cómo" o "quién" o "qué" soy es muy obvia, muy larga y muy tediosa. Basta decir que todo esto que ahora defiendo, admiro y etcétera, es producto de antiguos anhelos (que desde entonces veo con cierta o mucha nostalgia e incluso ansiedad a veces) : importación de roles de películas, biografías, novelas, poemas, canciones y horóscopos; de mucha ficción batida con lo que luego, un profesional, denominaría enfermedad.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Luto


“Todos en la sala estaban en silencio” sería bueno decir para empezar: “todos estaban en silencio y con la cabeza baja, era como si la luz fluorescente que azotaba todas las coronas de flores; las galletas abandonadas en las mesitas; los sillones y los trajes, les dejase también exhaustos e indignados...” pero no fue así. En la sala se percibía cierta alegría, las personas se abrazaban, charlaban entusiastas y engullían bocadillos que tomaban azarosamente del plato.

Si lo que presencié se llama luto y las viudas mudas y vestidas de negro pertenecen a otro tiempo, como tantas cosas que damos por sentadas, esta época tiene su propio luto, que no corresponde ya con la definición del diccionario: el luto se quedó atorado en la etapa de evasión.

Todo el salón olía a pitahayo, esa flor que despide un olor a viejo, a rancio. Los menos indiferentes acompañaban dormidos, soñando, tal vez, con el que dejó su cadáver presente. El ataúd yacía olvidado por todos en el centro de la sala, ni una mirada, ni siquiera de reojo para asegurar que ahí siguiera; pero ahí seguía rodeado de flores que portaban cintas con despedidas: las flores y el cuerpo que irían al día siguiente a la tumba esperaban y callaban. El hombre-sombra miraba atónito a sus hermanos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Jodidez

Descubriendo el mundo desde el fregadero lleno de mi departamento. Aclamo que el mundo es siempre el mismo. ¿Estaré equivocada?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Fracasos cotidianos


Anoche me fui a dormir diciéndome que voy a dedicar cierto tiempo "largo" diario a escribir. En todo el día me he distraído con distintos detractores del intelecto: jugando It girl (sí, juego It girl; soy adicta), haciendo listas de productos que quiero comprar, también me pasé el día viendo ropa y editoriales de moda, pensando en que quiero ponerme a leer pero no tengo lugar adecuado para hacerlo y es una pena, incluso reacomodé algunos muebles de mi piso. Ahora caigo en cuenta de que podría pasar mi vida mordiéndome la lengua y regañando a Reiko. Quería sentarme e inventar mundos, situaciones siquiera, pero decidí al fin que escribiría al menos ésto y cumpliría un poco mi promesa.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Historia parcial de mi vida

Me digo repetidas veces en el mes que los zapatos que quiero desde que vi en alguna página de internet (que son hermosos, me encantan; los necesito, me harían feliz) están en descuento y aun así no puedo comprarlos. Esta noche entonces, es de luto, otra vez.

martes, 16 de noviembre de 2010

Metro


No me he quitado los lentes de sol en todo el recorrido, diría que no me importa que la gente del metro me vea, pero soy muy vanidosa y no quiero que la imagen instantánea que tengan de mí sea la de "la joven con el grano entre los ojos". Todo va normal, ellos no me ven el grano y yo veo todo obscuro. Cuando me levanto del asiento corrido, la vieja, hasta entonces a mi lado, expande su abultado trasero hacia el lugar que acabo de desocupar y luego con un movimiento de cabeza autoritario desafía al resto de los pasajeros. Algunos se quedan parados, agarrados al tubo de metal que tienen junto a sí. Me desconciertan, estoy a punto de bajar y no los entiendo, afortunadamente antes de perderlos de vista, la única otra chica del vagón parada toma mi antiguo asiento y el orden se restablece.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Rima fácil

Los hombres, como la cerveza, me aturden quince minutos y después me dan dolor de cabeza.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Pase


La alternativa de desnudarme, arrancarme el cabello y salir corriendo, ha marchado a mi lado desde hace tanto tiempo que ya no recuerdo mi costado izquierdo sin su tentador rostro lanzándome en la mirada una piadosa oferta; una visión nebulosa de lo que viene; una abducción temporal y primitiva del dolor. Dubitativa volteo a verla, temerosa, y a veces las dos asentimos y el negro vórtice me devora.