Reacciono al dolor escribiendo y borrando, escribiendo y borrando el odio y el dolor que buscan gritar... matar. Al final todo se va, al final todo lo elimino, ¿para qué dejarlo al público? A las 4:27 de la madrugada decido dejar de llorar y no hacer caso a mis ganas de marcar números de personas dormidas y me limito a escuchar a Cerati; eco de mis lamentos.
Pero algo cambió.
Recuerdo el mar, soñé estar aquí y no recuerdo despertar.
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