Tras mi propio rastro- Hechizos

sábado, 19 de marzo de 2011

Las cosas que he perdido

Ochenta y un cosas perdidas, esta es mi entrada número ochenta y uno. Pero hay otra lista, mucho más real; la de los objetos que han dejado de ser míos el miércoles-jueves por la madrugada. ¿Comienzo por adentro? mi identificación se fue en la bolsa pequeña de mi pequeño bolso de charol negro, mi IFE dirá que soy mujer, que ahora tengo 21 años, haría creer que llevo fleco y que vivo en un pueblo desértico y pesquero del norte del país, el ladrón curioso podría creer que estoy de vacaciones. Mi tarjeta de débito, afortunadamente pobre como yo misma, roja y anónima. Un gloss llamado daiquiri de philosophy, tan rico que era. Un lápiz para los ojos, mitad blanco, mitad negro, más gastado del lado blanco. Polvo suelto de MAKE UP FOREVER, para aderezo de ironía. Tal vez un encendedor, si es que no lo perdí yo antes en la fiesta. Mi celular, mi teléfono celular, color uva, lleno de mi vida y mis recuerdos. Y no pasa nada, sigo siendo Marbrisa Ter-Veen Hernánez, nacida entre muchos ochos y nueves, con las rodillas llenas de moretones y raspones, un poquito triste, tal vez.

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