A algunas personas la inteligencia sólo les alcanza para tomar una buena decisión. Unas tienen una oportunidad al mes, otras al año y así hasta que se extiende a una sola por vida. A veces la única buena decisión que toman es quedarse calladas, a veces (en completa ignorancia de la propia estrechez cerebral) utilizamos nuestra chispita especial a la hora de elegir un vestido, unos zapatos o una pose para la cámara.
Me atrevo a decir, queridas personas, que la mayoría de ustedes no puede hacer más de 3 buenas decisiones mensuales, y les aconsejo: úsenlas con ayuda de alguien más listo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario