Tras mi propio rastro- Hechizos

miércoles, 18 de agosto de 2010

Recordar y no gastar

Caminaba hacia el trabajo. Todos los días (excepto el domingo) paso por la librería Rosario Castellanos del FCE y desde hace una o dos semanas un libro en la vitrina que da a la banqueta me llama, me llama.. Hoy lo busqué de nuevo, temiendo no encontrarlo exhibido, pero ahí estaba, de alguna forma saludándome con su nombre: Queridas mías; pensé que seguramente no me tomaría mucho entrar y revisar su precio, puesto que estaría a dos pasos de la puerta, en la sección de novedades. Al caminar la curva de la fachada vi sentado a David Huerta (ninguna novedad) conversando con otro hombre a quien no reconocí, apresuré el paso y toqué la portada dura de mi libro púrpura y verde; lo abrí en varias páginas, leí algunas palabras y sin ver el precio me fui. En mis siguientes pasos pensé en otro señor poeta que ayer me saludó y no sé si fue porque me reconoció o simplemente por mis ojos anhelantes. Luego vino el recuerdo de que alguien (un ingeniero en informática), alguna vez (mientras estudiaba lingüística en la UAM) escribió un cuento "inspirado en mí". Me lo envió por correo, suplicando casi por una crítica, una señal de interés y nunca contesté, nunca agradecí su gentil gesto. Lo que recuerdo ahora es que, a pesar de su mala prosa, me hizo sentir especial y mientras caminada hoy recordándolo y sonriendo quise decir (y de alguna forma dije): "Señor, se lo agradezco"

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