Tras mi propio rastro- Hechizos

jueves, 30 de junio de 2011

Lluvias

Si a las cuatro de la mañana sigo despierta e intentando dormir, entre cobijas germina el deseo de cambiar mi vida. Los ojos abiertos contra el techo ennegrecido por la sombra comienzan a soñar con paseos intercontinentales, con desayunos a las ocho de la mañana, con zapatos nuevos, libros reveladores y una nube sensorial sobre mí; una nube rosa que lleva un letrero que dice "FELICIDAD". Así me pierdo en ensoñaciones y las piernas se sienten agitadas, listas para saltar de la cama y correr hacia la pequeña puerta al final del túnel. Y llega un momento en el que el arenoso tiempo cierra mis párpados al sueño y muchas horas después despierto a una vida un poco más desgastada, pero muy igual al fin y al cabo.

1 comentario:

  1. a veces me pasa ... pensanso en todo lo que podriamos hacer y lograr ... tratando de romper la rutina diaria , tal vez simplemente transformando nuestra felicidad :)

    ResponderEliminar