Tras mi propio rastro- Hechizos

sábado, 24 de marzo de 2012

Burocracia del recuerdo

Los recuerdos se clasifican por sí solos. Supongo que hacen reuniones semanales y se agrupan según algún parámetro secreto que deciden, sobre el que nuestra vida cotidiana va marcando una sutil influencia. A veces me sorprende como banalizan y reducen a las personas bajo etiquetas tan simples: "fuimos amigos", "estuvimos enamorados", "dormimos juntos un par de veces", "el sexo no era tan bueno", "su inteligencia era insuficiente", "no lo recuerdo, no lo recuerdo". Puede hasta resultar indignante darte cuenta de que las personas más preciosas han sido reducidas a tags cursis, a etiquetas clichés, pero así funciona, así es más fácil. No podemos guardar el peso de tantas sutilezas.

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