Tras mi propio rastro- Hechizos
lunes, 22 de marzo de 2010
No es insomnio lo que tengo; es un terrible sueño mal acostumbrado a no dormir hasta tarde (reloj invertido, pues), sueño que se siente cómodo consumiéndose por la mañana, sueño imposible plagado de pesadillas, gente nueva y loca, supermercados-laberinto, libros encerrados en plástico, zapatos brillantes, culpa, sueños parafílicos, caricaturas de mi vida... He meditado al respecto. La noche quiere que me diga algo, quiere culparme, me tortura y me hace compañía.
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